Buscador :
Volver al Menú
10 ene 2020
Autor(es): Enriqueta Martín-Consuegra FernándezNº 75 Año(s): 2020Sección: EspecialSubsección: Redforesta 2019 Arbolado urbanoObservaciones: Páginas 46-47
Muchas ciudades carecen de espacios verdes, lo que conlleva una pérdida de biodiversidad y un aumento de las temperaturas, el llamado efecto isla de calor, con la consiguiente mayor demanda energética. Para intentar paliar estos y otros problemas, las ciudades deberían incorporar en su gestión el concepto de resiliencia. Las ciudades resilientes son capaces de soportar crisis sobrevenidas por el cambio climático: inundaciones, huracanes, sequías, incendios…, absorber sus efectos e intentar recuperar el estado anterior al cual se produjo la perturbación. Para ello, las ciudades deben transformarse e incorporar dentro de sus herramientas de gestión un mejor uso de las infraestructuras verdes, incluidos los techos verdes. La naturalización urbana, incorporación de la vegetación al medio urbano para amortiguar el desequilibrio entre la urbanización y la conservación del medioambiente, se incluye dentro de ese nuevo modelo de gestión. Un ejemplo llamativo de naturalización urbana es el edificio inaugurado en Milán en 2014 llamado “bosque vertical”.
Este tipo de urbanismo incluye la llamada arquitectura bioclimática, resultante de la fusión de los conocimientos adquiridos por la arquitectura tradicional a lo largo de los siglos con técnicas avanzadas en el confort y el ahorro energético. La arquitectura bioclimática juega con el diseño de la construcción (orientación, materiales, ventanas, luminosidad, etc.) con el objetivo de conseguir una vivienda eficiente desde el punto de vista energético. En esta línea de trabajo se movió el arquitecto francés Le Corbusier (1887-1965), en su artículo Cinco puntos básicos de una nueva arquitectura (1923), más concretamente en el punto 5.º titulado la terrazajardín, donde citaba:
“la superficie ocupada a la naturaleza por la vivienda debía de ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda en un ámbito aprovechable para el esparcimiento, que además permitía mantener condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón”.
Después de la Segunda Guerra Mundial, países europeos como Alemania y Austria se embarcaron en una campaña para reconstruir sus ciudades, utilizando techos verdes en muchos de los nuevos edificios con fines prácticos, ambientales y estéticos. Esos techos verdes comenzaban a parecerse a las estructuras actuales; sin embargo, no es hasta las últimas décadas del siglo XX cuando han ido ganando cada vez mayor importancia (Snodgrass y Snodgrass, 2006).
Sigue leyendo el artículo pinchando en el pdf.
Vote:
Resultados:
1 Votos
Palabra clave
Articulos de Foresta
Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y Medio NaturalAvd. Menéndez Pelayo 75 Bajo Izq. - 28007 Madrid Tfnos: 915 013 579E-mail: [email protected]
ATENCIÓN AL PÚBLICO CON CITA PREVIAHORARIO: de lunes a viernes de 8 a 16 h.Del 16 de junio al 15 de septiembre: de lunes a viernes de 8 a 15 h.