LA CAZA, UN RECURZO NATURAL

La monitorización en fauna silvestre consiste en la observación regular y el registro de información para evaluar cómo las poblaciones progresan a lo largo del tiempo. La monitorización de las especies cinegéticas y sus capturas tiene utilidad para ser usada en la toma de decisiones para la gestión de estas especies, siendo las tecnologías de la información y comunicación (TIC) una oportunidad para un sector que en España cuenta con 600 000 licencias de caza y cuya actividad se practica en más del 80 % del territorio. Desde Fundación Artemisan hemos desarrollado junto a otras entidades proyectos con el objetivo de: i) establecer un programa de monitorización de especies cinegéticas (Observatorio Cinegético) y ii) desarrollar herramientas digitales (Precinto Digital de Caza) que permitan obtener datos precisos a través de la implicación del colectivo cinegético. La sinergia entre cazadores, administración e investigadores es esencial para establecer adecuados programas de monitorización y desarrollar gestión adaptativa de estas especies.

Palabras clave: Caza, capturas, monitorización

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS

En España el sector cinegético juega un papel clave en la conservación del medio natural, dado que la caza se practica en más del 80 % del territorio (Sánchez et al. 2021) y en la mayoría de cotos se realiza gestión cinegética, que incluye diversas medidas para la gestión y conservación de los espacios y especies de fauna y flora (Sánchez et al. 2024). Junto a las medidas dirigidas a la gestión del hábitat como las siembras, desbroces, aporte de agua y comida, también se
practican actividades para la monitorización de las poblaciones de especies cinegéticas y el seguimiento de las capturas de caza. 

En el caso de la monitorización de poblaciones, hasta fechas recientes la participación de cazadores en sistemas reglados de monitorización en España se había circunscrito a especies concretas y escalas temporales y espaciales limitadas, como proyectos de seguimiento de becada (Scolopax rusticola) y codorniz (Coturnix coturnix). No obstante, buena parte de los cotos realizaba monitorización de especies sedentarias, pero la información nunca salía de la “libreta o cuaderno de campo”, así como la colaboración de los cazadores en sistemas de monitorización promovidos por las administraciones competentes (incluyendo el seguimiento de enfermedades). Esta falta de participación ha generado problemas de importancia, principalmente por la ausencia de información en amplios territorios de nuestra geografía sobre especies que presentan tanto situaciones de declive poblacional (varias especies de caza menor) como de sobreabundancia (con el jabalí —Sus scrofa—como especie destacada), tomándose decisiones incorrectas de cara a un aprovechamiento sostenible de las capturas y una gestión adecuada de sus poblaciones.