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Jordi Vayreda Durán, investigador del CREAF de Cataluña

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Pág. 86 - PINCELADAS DE VIDA

Pág. 90 - LITERATURA Y MEDIO NATURAL

Pág. 94 - NOTICIAS FORESTALES Y DEL COLEGIO

Autor(es): Ismael Muñoz Linares
Nº 76 Año(s): 2020
Sección: Entrevista
Observaciones: Páginas 26-29

"La gestión es el principal mecanismo para mantener la capacidad de sumidero de los bosques"

CREAF es el centro de referencia en Cataluña sobre investigación dedicado a la ecología terrestre y el análisis del territorio. Se fundó en 1987 como un consorcio de administraciones públicas y entidades de investigación.
Jordi Vayreda es uno de sus investigadores senior que desarrolla su trabajo en macroecología, especializado en el estudio de los impactos globales sobre los bosques, su declive, vulnerabilidad y resiliencia.
Defiende la gestión forestal como la principal herramienta para mantener el poder de sumidero de carbono de los bosques frente al cambio climático, mediante una estructura más compleja y una mayor diversidad de especies que favorezcan una mayor resiliencia de los bosques.

¿De qué manera el cambio climático hace más vulnerables a los bosques?

Como es obvio, a nivel global la afectación del cambio climático sobre los bosques es muy diferente. Aun así y simplificando, sabemos que el crecimiento de un bosque depende básicamente de la temperatura, del agua y de los nutrientes disponibles. Hace unos años, aparecieron muchos artículos que apuntaban que existía a corto plazo un efecto fertilizador del CO2, pero, poco a poco, aparecieron evidencias de que otros factores, como la cantidad de nitrógeno, acababan siendo los limitantes para el crecimiento, eliminando el efecto fertilizador del CO2. En bosques templados y boreales, el aumento de la temperatura sin estrés hídrico favorece el crecimiento porque permiten alargar el período vegetativo. En cambio, en los bosques mediterráneos el estrés hídrico se alarga y produce el efecto contrario. Yendo más allá, muchos artículos están mostrando que los fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor o el alargamiento de los periodos de sequía, por ejemplo, están llevando a una mayor afectación directa o indirecta (p.e. plagas) en los bosques y, además, que estos efectos se dan en cualquier parte del mundo.

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