La adquisición de información precisa sobre la vegetación a partir de plataformas de escaneo láser aerotransportadas (comúnmente conocidas como plataformas LiDAR), como es el caso de muchas plataformas de adquisición remota de datos como satélites y drones, tiene un gran potencial para reemplazar los inventarios de campo, que pueden ser lentos, costosos y laboriosos. En particular, las herramientas de teledetección son pertinentes para la adquisición de información de la vegetación (particularmente caracterizar su rebrote) próxima a los caminos forestales, sin embargo, los estudios son actualmente limitados. Una mejor comprensión ecológica de los factores que influyen en el rebrote de la vegetación en el área generada por los caminos forestales permitiría adaptar las prácticas de gestión para ayudar a reducir la huella generada por el hombre asociada a la expansión de los caminos forestales en los paisajes boreales.

Los caminos forestales son esenciales para el abastecimiento de recursos naturales y el transporte de materias primas desde los bosques boreales. Estas estructuras pueden tener características morfológicas y funciones distintas, pero su geometría y configuración espacial similares dan lugar a efectos ambientales análogos. En particular, la construcción de caminos forestales es similar en cuanto a la generación de efectos de perturbación, ya que requiere el uso de maquinaria pesada que conlleva a la compactación de la capa superficial del suelo por las operaciones de construcción y mantenimiento impidiendo junto al tráfico constante que la vegetación se recupere. Esta situación genera un impacto casi permanente sobre en el paisaje.

Desde que se estableció una estrecha relación entre la degradación del hábitat de las especies silvestres dependientes de los bosques, especialmente el hábitat del caribú, y la expansión generalizada de los caminos forestales, se ha despertado un gran interés por los proyectos interesados en reducir o comprender este impacto. En el estado actual de las tendencias climáticas mundiales, los caminos forestales son parte integrante de los paisajes manejados: en Quebec se construyen cada año entre 4000 y 5000 km de caminos forestales. La acumulación de estos caminos en la provincia representa más de 12 veces la vuelta al mundo. En otras palabras, estas infraestructuras se han extendido por el bosque boreal en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, los caminos tardan al menos dos décadas en empezar a mostrar signos de revegetación dependiendo del nivel de mantenimiento. Si a esto se añade el tráfico continuado por parte de los vehículos, se necesitaría un ciclo de varias décadas (teórico) para que los niveles de vegetación volvieran a condiciones comparables a las de los bosques adyacentes. Todos estos factores de uso, compactación generada por los vehículos y ...